Vecunia Begoña: Un Tesoro Natural de la Botánica

El reciente proyecto de excavación que tiene como protagonista a la majestuosa Basílica de Begoña ha agitado una ola de curiosidad por aquellos deseosos de descubrir más sobre un esquivo tesoro de nuestro pasado, la vecunia. Este antiguo asentamiento, producto de la romanización de la sociedad indígena, se ha vuelto un eco resuena en los anales de nuestra historia al aportar una fascinante dimensión a la riqueza cultural de la región.

En este artículo, viajamos a través del tiempo para descubrir la intrigante existencia de los vecunienses, rastreando su relación con el paisaje natural y cultural de Vizcaya. Exploramos, también, la relevancia de la inscripción que da vida a su nomenclatura, desenredando sus misterios y revelando la esencia de su abrumadora importancia histórica.

Historia de la Inscripción

La historia de la vecunia begoña y su enigmática inscripción comienza con el descubrimiento del epígrafe ‘Vecunienses hoc munierunt’ por el jesuita Gabriel Henao en el siglo XVII. Esta inscripción, que se asocia con la construcción de un camino, fue en gran medida desestimada en aquel momento, debido posiblemente al limitado entendimiento de su relevancia histórica y cultural. Sin embargo, la mención a los “vecunienses” despertó la curiosidad de historiadores posteriores, quienes han dedicado esfuerzos a desentrañar su significado y contexto.

La importancia de la inscripción radica no solo en su contenido literal sino en lo que revela sobre las prácticas y la organización social de la época. La traducción exacta de ‘Vecunienses hoc munierunt’ ha sido objeto de debate, con interpretaciones que varían desde «Los vecunienses construyeron esto» hasta «Esto fue fortificado por los vecunienses». Cada versión ofrece una perspectiva distinta sobre el rol de esta comunidad en la infraestructura regional, sugiriendo una sociedad bien estructurada y con capacidad de emprendimiento colectivo.

En el contexto cultural del siglo XVII, el hallazgo de dicha inscripción se enmarcaba en un periodo de redescubrimiento de la historia romana en la península ibérica, donde numerosos asentamientos y artefactos salían a la luz. Aunque el verdadero valor de la vecunia begoña fue ignorado durante mucho tiempo, el trabajo posterior de arqueólogos y historiadores ha permitido comprender mejor su significado, arrojando luz sobre este tesoro natural de la botánica y su impacto en el desarrollo de la región.

Inscripción romana 'Vecunienses hoc munierunt' encontrada en el camino de Axpolueta

El Proyecto Arqueológico VECUNIA

El proyecto arqueológico VECUNIA es una iniciativa de gran envergadura que se propone descubrir los vestigios del antiguo asentamiento de Vecunia que, según hipótesis, yace bajo la emblemática Basílica de Begoña. Este proyecto contempla una serie de sondeos meticulosamente planificados que utilizarán tecnología avanzada de georradar y magnetometría, complementadas por excavaciones stratificadas para asegurar una comprensión detallada del subsuelo. La intervención inicial abarca varias fases, comenzando con el mapeo digital del terreno para identificar las áreas de mayor interés arqueológico.

Los métodos de excavación que se emplearán en VECUNIA son diversos y sofisticados. Por ejemplo, se usarán técnicas de excavación en cuadrícula, permitiendo una documentación precisa de cada capa de sedimento y de cualquier artefacto encontrado. Además, se implementarán análisis de suelo y datación por carbono para determinar la cronología de la ocupación humana. El objetivo de estas técnicas es establecer un cronograma riguroso que detalle la historia de Vecunia y su relación con el desarrollo de la región.

Se espera que estas investigaciones no solo revelen la estructura del asentamiento, sino que también iluminen cómo vivieron los vecunienses a lo largo de los siglos. Al identificar y clasificar materiales de construcción, herramientas y otros artefactos, se podrá mapear con precisión el grado de ocupación y actividad humana en distintas épocas. Esto, a su vez, ofrecerá una perspectiva integral y profunda de la evolución de la sociedad en esta área geográfica, permitiendo una revalorización de su importancia histórica.

Maqueta del proyecto arqueológico VECUNIA en la Basílica de Begoña

¿Quiénes eran los Vecunienses?

Explorar la identidad de los vecunienses implica adentrarse en un terreno lleno de interrogantes y teorías. Su gentilicio, ligado al término «Vecunia», sugiere una comunidad específica cuya existencia y características aún son objeto de debate entre los historiadores. Una de las hipótesis más destacadas es la conexión de los vecunienses con poblados indígenas que habitaban la región antes de la llegada de los romanos. Estos antecesores habrían mantenido una organización social compleja que les permitió integrarse y dejar su huella en la posteridad, particularmente en el área de Vizcaya.

La etimología del nombre «Begoña» proporciona más pistas sobre estos antiguos habitantes. Se sugiere que «Begoña» podría derivar del vasco ‘begoian’, que significa «lugar alto», coincidiendo con la ubicación prominente de la basílica que lleva su nombre. Esto no solo apunta a un terreno estratégico sino también a una cultura que valoraba puntos de observación elevados por razones defensivas y espirituales. En este contexto, los vecunienses podrían haber jugado un papel crucial en la formación de asentamientos en áreas claves del territorio vizcaíno, adaptándose tanto a las exigencias del entorno natural como a las invasiones externas.

La posible relación de los vecunienses con pueblos indígenas y su evolución a lo largo del tiempo en Vizcaya ofrece una rica fuente de estudio. Este contacto continuo, comenzando antes de la romanización, refleja una historia de resistencia y adaptación. No solo sugiere un conocimiento profundo del territorio, sino también una significativa capacidad para mantener su identidad frente a múltiples invasiones y cambios culturales. La cultura de los vecunienses, por tanto, se presenta como un mosaico de influencias que han dejado una impronta indeleble en la región.

Aspectos Técnicos del Proyecto

El proyecto requiere una detallada planificación técnica para asegurar la correcta realización de las excavaciones, garantizando la integridad de la Basílica de Begoña. Para ello, se empleará tecnología de perforación avanzada para obtener columnas estratigráficas que permitan estudiar la composición del terreno en diferentes niveles. Estas columnas son esenciales para entender la secuencia histórica de la ocupación humana y su impacto en la estructura actual de la basílica. Este enfoque no solo facilita la preservación arquitectónica del templo, sino que también asegura que el espacio conserve su funcionamiento espiritual inalterado. Se proyecta que la utilización de georradares y magnetómetros ofrecerá una visión no invasiva preliminar, reduciendo el riesgo de daño a las áreas más vulnerables.

Otro aspecto crucial del proyecto es mantener el acceso público a la iglesia durante el proceso de excavación. Para lograrlo, se implementará un plan de fases y desvíos estratégicos, permitiendo que los feligreses y visitantes continúen sus actividades regulares. Este proceso incluirá la instalación de pasarelas y muros de contención temporales, así como la optimización de horarios de trabajo para minimizar la interrupción. En términos de logística, se prevé que los trabajos de excavación se lleven a cabo en sectores, asegurando que siempre haya una parte de la iglesia accesible al público. De esta manera, se busca equilibrar la investigación científica con el respeto a la tradición y el culto, una armonía que es indispensable para el éxito del proyecto VECUNIA.

Posible Descubrimiento de una Civitas Romana

Una teoría fascinante sugiere que bajo la Basílica de Begoña podría encontrarse una civitas romana. Esta posibilidad invita a imaginar una época en la que existía una comunidad organizada con derechos cívicos y estructuras administrativas meticulosas. Si tal hipótesis resultara cierta, la ubicación de la Basílica estaría superpuesta a un núcleo urbano romano bien estructurado, lo cual no solo incrementaría su importancia histórica, sino que revelaría mucho sobre la integración y adaptación de los vecunienses al dominio romano.

El hallazgo de una civitas romana implicaría descubrir una serie de estructuras públicas, como templos, foros y mercados, así como elementos de la vida cotidiana de los vecunienses. Se espera que las excavaciones puedan desenterrar restos de viviendas, elementos decorativos, utensilios domésticos y posiblemente inscripciones que brinden más datos sobre el día a día de la población. Estos hallazgos proporcionarían una visión disciplinada del grado de romanización del área, ilustrando cómo se entrelazaban las culturas local y romana en un contexto urbano organizado.

Además de las construcciones prominentes, la investigación también apunta a encontrar cambios en la infraestructura, como sistemas de alcantarillado y calles pavimentadas, que reflejarían un alto grado de planificación urbana. La posibilidad de descubrir una civitas romana bajo la Basílica de Begoña quizás sea comparable a otros hallazgos en Europa, donde ciudades modernas ocultan bajo sus suelos vestigios de pasadas civilizaciones. De confirmarse, estos descubrimientos no solo enriquecerían nuestro conocimiento histórico, sino que también añadirían una dimensión más profunda a la comprensión del legado romano en la región.

La Relación entre Vecunia y el entorno vizcaíno

La evidencia arqueológica sugiere que el entorno vizcaíno ha estado habitado de manera continua desde tiempos prehistóricos. Este hecho no es solo una mera coincidencia geográfica, sino que refleja una profunda interrelación entre los vecunienses y el paisaje de Bizkaia. La ubicación de Vecunia, en particular, parece haber estado estratégicamente elegida, aprovechando las características naturales del terreno para fomentar un asentamiento duradero y próspero. El terreno montañoso y los accesos a cuerpos de agua proporcionaban no solo recursos esenciales, sino también una defensa natural contra posibles invasores.

Vista del entorno montañoso de Vizcaya, donde se ubica la Basílica de Begoña

En términos de adaptabilidad, los vecunienses mostraron una notable capacidad para integrarse en el entorno. Utilizaron técnicas de agricultura adecuadas al terreno accidentado y desarrollaron una arquitectura que armonizaba con la geografía local. Además, la existencia de caminos y rutas comerciales en la región facilitó el intercambio cultural y material con comunidades aledañas. Este intercambio, a su vez, podría haber influido en la evolución cultural y tecnológica de Vecunia, convirtiéndola en un nodo importante de interacción en el norte de la península ibérica.

El asentamiento de Vecunia no puede entenderse sin considerar el papel del entorno natural. El clima templado de Bizkaia y su diversidad ecológica proporcionaron un refugio ideal para una comunidad que debía adaptarse continuamente a los desafíos del tiempo y las circunstancias. La persistencia de estos habitantes en el entorno vizcaíno durante siglos resalta una simbiosis única, donde la naturaleza y la cultura se entrelazaron de manera inseparable, moldeando tanto el paisaje como la identidad de los vecunienses.

Investigaciones sobre Poblaciones Prerromanas

Las posibilidades de que el asentamiento conocido como Vecunia esté construido sobre un antiguo castro prerromano son cada vez más intrigantes. Los castros eran tradicionales fortificaciones elevadas que servían de hogar y defensa para las comunidades prerromanas del norte de la Península Ibérica. La identificación de elementos arquitectónicos y culturales que preceden al dominio romano podría transformar la comprensión de la historia regional, extendiéndola varios siglos atrás en el tiempo. Arqueólogos han encontrado indicios de estructuras defensivas, hogares y cerámicas que podrían estar relacionadas con estas antiguas poblaciones.

De confirmarse la existencia de un castro prerromano bajo Vecunia, las implicaciones serían de gran alcance. Se podría postular que la ubicación estratégica del área, aprovechada por sus habitantes prerromanos, ha sido reconocida y reutilizada a través de los siglos, evidenciando una continuidad en la ocupación y uso del espacio que añade capas a la historia del asentamiento. Los hallazgos de herramientas de piedra y metal, junto con restos de viviendas circulares, son algunos de los vestigios que respaldan esta teoría. Este tipo de descubrimientos no solo proporciona una perspectiva más completa de la evolución cultural, sino que también podría promover estudios comparativos con otros castros en la región, ampliando así nuestro entendimiento del contexto prerromano.

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